miércoles, 12 de agosto de 2009

Post it

Después de años de largas sesiones intentando, sin éxito, que Ale (mi terapeuta) me diera los famosos tips de la felicidad, escuché que una manera de sacar el dolor es exteriorizando los sentimientos en post-its. Sí, en los famosos cuadraditos de papel amarillo autoadhesivos de 5x5 cm. Parece que así como hay quienes los utilizan en la oficina para escribir notas, pendientes y recordatorios, hay personas que afirman que tienen poderes sanadores.

El tema es así, hay que escribir en los post its frases lindas, alentadoras y positivas de la vida, del estilo “Hoy puede ser un gran día” o pueden ser anhelos que uno tenga como por ejemplo “Quiero enamorarme”(¿? cri cri me lo dijeron) o pensamientos más trascendentes como el del amigo Sócrates “El hombre que no piensa sino en vivir, no vive” . Esas frases que supuestamente son un himno a la vida. Claro, tienen que ser bastante concisas para que entran en este pequeño papelito adhesivo y además se cumplan. Aclaración: no se puede escribir frente y dorso.

En definitiva, esos post its serían algo así como recordatorios que reflejan lo infeliz que eras y lo feliz que podés ser. Las frases pueden ser propias o prestadas, todo lo que pueda ayudar en este proceso de sanación es válido.

Siguiendo estos consejos y con la posibilidad latente de mejorar notablemente la perspectiva de mi vida, ayer empecé con este viaje de los post it.s Total, ya probé con terapia, pastillas, ejercicio, dietas, ayunos, grupos, hasta me pegue unos parches en el chakra del corazón o anahata chakrá con el fin de distribuir esa energía oscura que está aglomerada en mi pecho.

Debido a que estaba vacía de este tipo de contenido que supuestamente te levanten el ánimo y te llenen de esperanza, recurrí a la Internet. Debo confesar que los alentadores comentarios de mis amigas, conocidos y familiares del estilo “7 de cada 10 personas se divorcian” o “Por suerte, no tenés hijos” o “Todavía sos joven”, ya me estaban empezando a molestar un poquito. Entiendo que no eran de mala leche, sino que un intento por hacerme sentir mejor.

Escribí el primero y lo pegue en el espejo del baño. Lo miré fijo por largas horas y al ver que no pasaba nada, escribí otro mensajito y lo pegue en la pantalla de la tv. Luego otro en la heladera, en la puerta del microondas, en la cisterna, en el shampoo, en el espejo, en el pestillo de la puerta, forré el sillón de tres cuerpos con mensajitos, pegue en las lámparas de mesa, en el respaldo de la cama, en las cuatro hornallas,en el monitor de la compu, en la papelera de la basura, en la basura, en la caja de servilletas vacías que tire a la basura, en el jarrito de la leche, en la docena de huevos que descansaban en la puerta de la heladera, en el cargador del celular, en el celular, en el placard del cuarto, en la escalera volada, en los almohadones, en las almohadas, en mi pijama... Empapele la casa con papelitos amarillos. a tal punto que ayer durmiendo casi me muero ahogada por un post it, se cayo del techo y casi me lo trago.

¿Será esa la forma de terminar con el dolor? ¿Será esa la sanación?