viernes, 9 de mayo de 2008

el fin

Cierro los ojos, suena una música romántica de fondo. Me imagino en una campiña francesa, caminando por un sendero de un viñedo en Provence. Los racimos de uvas tintas (moscatel) están tupidos, es una buena cosecha. La brisa de verano, sacude mi pantalón y blusa de lino. Estoy descalzada, tengo los dedos teñidos (Ensuciarse hace bien diría Nevex). Me acerco a una parra, extiendo mi mano cuando de repente me cae un rayo. No hay más lino.